Modelo clásico de Flex, el colchón viscoelástico Garbi Visco se renueva con cada cambio de catálogo. Pertenece a la gama Ultimate, compuesto por materiales de...
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Generalmente llaman colchones viscoelásticos a todos aquellos colchones sin muelles o muelles ensacados que emplean HR en el núcleo. Erróneamente se pensamos que estos colchones están compuestos totalmente de Visco.
Este tipo de colchón siempre tiene un núcleo de HR y sobre él los distintos acolchados de: Visco, HR, espuma súper suave, gel o fibras. Todos ellos se pueden emplear al mismo tiempo, dependiendo del orden y del grosor de cada una de las capas ofrecerán distintos grados de firmeza, confort y transpiración.
Muchas veces se habla sobre la densidad del HR y del Visco. Empleando sustancias de baja calidad se pueden conseguir densidades altas y de muy baja calidad. Una forma fácil de para distinguir la calidad es comparar precios. Si ambos tienen una densidad similar y un precio muy dispar, el barato empleará materiales de inferior calidad para poder abaratarlo. Tampoco tenemos que confundir la densidad del HR y la del Visco.
En los colchones viscoelásticos la capacidad de recuperación del núcleo y acolchados resulta muy importante. Así como su porosidad, cuanto mayor sea, aumentará la transpiración, adaptabilidad y durabilidad del colchón.
No. La cantidad de visco es un indicador de la capacidad de adaptación de los acolchados. Si buscamos un colchón firme lo habitual es que tenga de 1 a 2,5cm. De aquí en adelante la sensación será más suave. Si buscamos un colchón envolvente y suave se acercará a los 9cm.
Pongamos un ejemplo, si seguimos la premisa de “cuanto más mejor” y buscamos un colchón firme, la lógica nos empuja a un colchón entorno a 9cm. ¿Cuál es el resultado? Un colchón muy suave y acogedor que no cumple con nuestras necesidades y ni confort. Necesitamos uno con una capa justa que nos alivie la presión y sea cómodo sin renunciar a la firmeza.
A diferencia de los colchones de muelles, el núcleo se adapta punto a punto a los contornos del cuerpo. Sus ventajas son las siguientes
Cada vez estamos más acostumbrados a ver colchones de una sola cara. Normalmente cuando un colchón viscoelastico es de una cara el motivo se encuentra en sus acolchados. Al ser muchas capas de visco y de distintos tipos, ofrecen una sensación muy suave, pero hacen imposible que se fabriquen colchones de dos caras con esas sensaciones. Si lo hiciesen el colchón sería extremadamente alto y blando.
Realmente la vida útil de un colchón viscoelástico de una o dos caras es la misma.
Los colchones viscoelásticos de una cara son más suaves y envolventes, pero también más pesados. Resultan más cómodos ya que solo se deben de girar de pies a cabeza, no necesitaremos voltearlo para cambiar la cara.
Los colchones viscoelasticos de dos caras suelen ofrecer una firmeza media o alta, no necesitan unos acolchados tan gruesos. No pesan tanto y podemos manejarlos con mayor facilidad para voltearlos.
En ambos es importante seguir el mantenimiento de los mismos para que sufran un desgaste uniforme y duren más tiempo en buenas condiciones.
A la hora de comprar el colchón lo más importantes es probarlos antes de efectuar la compra. Si no podemos probarlo, la mejor opción es disponer de un periodo de prueba, informándonos de antemano de sus condiciones. Los colchones viscoelásticos baratos no suelen ofrecer estos periodos. Normalmente la devolución o cambio tiene un coste y el producto deberá de estar en perfectas condiciones etc. Resulta muy difícil acertar realizando una compra a ciegas, el grado de firmeza es relativo a cada uno, lo que para uno puede ser firme para otro es blando.
Las medidas habituales son: 90x190 135x190 y 150x190.
Cada vez es más habitual verlos, pero su calidad se ha cuestionado en los últimos tiempos. Es muy fácil encontrar colchones viscoelásticos baratos enrollados, a priori parecen ser un chollo viendo su reducido precio. Los podemos transportar en nuestro coche y disfrutar de ellos en 24-48 horas tras dejarlos que recuperen su forma.
Los problemas nacen cuando al de poco tiempo el colchón se ha quedado hundido. Si la compra la hemos hecho en una tienda que no cerrará de la noche a la mañana, se tendrá que hacer cargo de la garantía.
Una de las formas de conocer si es el colchón es de baja calidad es conociendo cuanto tiempo tardará en recuperar la forma tras desenrollarlo. Si el colchón es de buena calidad, en una dos horas tendrá su forma normal, como si no hubiese estado nunca enrollado. Los materiales de calidad recuperan rápidamente la forma. Si tenemos que dejarlo un 24-48 horas sin usarlo… los materiales serán de baja calidad. De ahí que necesiten tanto tiempo para recuperar su forma, su capacidad de recuperación es pobre.
Un punto a favor de los colchones enrollados es que desde el primer momento disfrutaremos de la tumbada y firmeza real del colchón. Los colchones en el proceso de enrollado sufren la ruptura de los poros. Si tras fabricar las espumas, HR o Viscos no las aplastan con un rodillo que rompan los poros, al principio resultarán firmes. Una vez el poro esté roto conoceremos el grado de firmeza real, normalmente tiende a suavirse. No es un síntoma de que el colchón esté defectuoso.
Normalmente las sorpresas se dan cuando compramos un colchón firme, si el poro no se ha roto y preferimos que sea firme, en 7-15 días notaremos que se ha quedado blando. O si probamos un colchón suave en tienda, al no tener el poro roto los primeros 7-15 días la sensación será firme hasta que rompa.